martes, 30 de diciembre de 2008

Atreverse


Se va el 2008. Le despedimos agradecidos por lo que nos ha dado de bueno y aliviados porque se lleva las penas con que nos cargó.
Esperamos ilusionados que aquel que llega en su lugar traiga los bolsillos cargados de nuestros deseos más queridos y no haya hecho acopio de demasiados problemas; que las penas sean escasas y fugaces en 2009.
Abrimos con alegría las puertas y ventanas de nuestra casa y de nuestro corazón para recibir al nuevo año, en el que todos ponemos tantas expectativas.
Levantamos nuestras copas para brindar por la salud, el amor y la prosperidad, entre risas y besos, y pedimos por lo bajo un deseo.
Con más o menos fe y más o menos parafernalia, ¿quién no le pide al Año Nuevo que se cumpla ese deseo que anhela nuestro corazón?

Yo este año quiero atreverme.
Puede que no parezca una gran cosa, pero me gustaría ser capaz de hacerlo, y hacerlo bien.

Atreverme a decir sí cuando quiero algo y atreverme a decir no cuando la respuesta es no.

Atreverme a decir esa palabra que se me queda atravesada en la garganta tantas veces y luego no puedo quitarme de la cabeza durante tanto tiempo.

Atreverme a luchar. Todavía más. Y todavía mejor. Creyendo de veras que voy a ganar porque puedo hacerlo.

Atreverme a querer porque me quieren y a que me quieran porque quiero.

Atreverme a decir adiós, porque es la única manera de volver a decir hola.

Atreverme a crear el mundo que quiero, porque ese es el mundo en el que quiero vivir.

Atreverme a ayudar a los demás a atreverse, porque, como dijo Van Gogh: "¿Qué sería de la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?".

Porque creo que soy capaz, quiero atreverme. Porque cuando miras al miedo a la cara no le das opción a que te ataque por la espalda.

Y porque, seguramente, la manera de vivir más plena es atreverse a hacerlo.




¡FELIZ 2009!

sábado, 20 de diciembre de 2008

¡Feliz Navidad!


Uno puede tener cualquier opinión sobre la Navidad: me gusta, no me gusta, me encanta, no la soporto,... Pero el hecho es que la Navidad está en puertas y la mejor manera de vivir cualquier cosa es disfrutándola. Aunque sólo sea por la luz que lo inunda todo, por la ilusión de los que creen y, sobretodo, de los niños, porque es importante hacer circular las buenas palabras y los buenos deseos, hay que disfrutar la Navidad y aprender a disfrutar de igual modo todos y cada uno de los días que tenemos por delante, pues cada uno trae algo que puede hacernos sonreír. Seguro.

Mi Navidad me sigue remitiendo a aquella niña que se pasaba las fiestas adorando el árbol de Navidad en el que había colgado un rey de chocolate que sólo me podría comer el día de los Reyes. Y mis hermanos y yo esperabamos ansiosamente que llegasen los Reyes por los regalos, claro, pero especialmente porque cada uno podía dar cuenta de su rey de chocolate. Antes las cosas se hacían desear y ¡se disfrutaban tanto! En Navidad había un precioso y elaborado Belén que mi madre montaba con amor y esmero con sus muchas figuritas, las lucecitas colocadas estratégicamente y el musgo que ibamos a buscar todos juntos a la montaña. Conseguía hacer hasta un río con agua y todo.


No recuerdo las comidas especiales, si acaso los polvorones y el turrón, recuerdo los juguetes que sólo traían los Reyes Magos y recuerdo especialmente los preparativos conjuntos, las risas, las panderetas, el espumillón y la inmensa ilusión. Mi corazón se llena de calor con la Navidad de mi infancia.

Os deseo que podáis disfrutar de un buen fuego, una comida caliente, el calor de un abrazo o... más, la calidez de una sonrisa o... varias, y, sobretodo os deseo la ardiente sensación del corazón cuando se siente amado y ama.


¡Brindemos por una Navidad llena de calor en el cuerpo y en el alma!

sábado, 13 de diciembre de 2008

Santa Lucía



Hoy es el día de Santa Lucía. Día de mercadillos navideños. Conozco el de Barcelona. Siempre me ha encantado: los colores, las luces, las figuritas, la gente apiñada alrededor de los puestos, el frío y la cercanía de la Navidad. Era como la inauguración de las fiestas. Era.
A día de hoy la Navidad comienza cuando deciden los grandes almacenes, que suele ser cuando ha acabado la campaña de "vuelta al cole". O sea que tenemos navidades desde octubre.
No soy de los que se horrorizan ante estas fiestas, siempre me han gustado, pero tengo que confesar que cada día me producen algo más de desapego. No me gustan las cosas cuando se desvirtúan, cuando pierden su esencia, y la Navidad hoy no es para mí la Navidad que era. ¡Vale! Soy adulta y no puedo vivirla como una niña, pero no es ese el tema.
¿Realmente hay gente que se siente mejor persona porque es Navidad? ¿Se celebra verdaderamente el nacimiento del Hijo de Dios? ¿La Navidad nos hace más felices?
Personalmente intento ser buena persona por norma. Soy creyente todo el año. Mi meta principal en la vida es hacer felices a aquellos que quiero y tratar a aquellos que no conozco como me gustaría que ellos me tratasen a mí, eso me hace sentir feliz. ¿Vivo en una Navidad continua?
Si realmente estos sentimientos se magnifican en general durante estas fiestas, ¿no sería bueno que, en lugar de celebrarse una vez al año, la Navidad se celebrase cada mes? Eso nos haría la vida más agradable, ¿o no? Quizás deberíamos proponérselo al departamento de marketing de "Los grandes almacenes..."
Sea como sea, hoy sigue siendo Santa Lucía, la patrona de la vista, y le ruego que nos la conserve a todos, tanto la de ver, como la de captar, que esa me hace falta desarrollarla un poco, a ver si de vez en cuando me hace bajar de la parra.
En fin, no puedo por menos que desear unas felices fiestas a todo el mundo y que disfruten tanto de ellas como de los preparativos.


martes, 9 de diciembre de 2008

Mi cajón de sastre - 2



A vueltas con mis nuevas creaciones, he decidido que ya es momento de compartir otra.

He mencionado en algún momento la palabra serenidad, pero por ahora tan sólo quiero dejar constancia de cómo la he sentido recientemente, a la espera de animarme a hablar más extensamente de ella.
Creo que si hay una sensación en la vida que puede equipararse a la felicidad es la serenidad. Y no acabo de decidir cuál de las dos lleva a la otra, pero sí tengo claro que van de la mano. No podría ser de otro modo.

La serenidad es una sensación de plenitud que, si estuviera presente más a menudo en nuestra vida, haría que las cosas fuesen más sencillas.


¿Puede la serenidad
venir de algún sentimiento
que no sea la bondad,
o del arrepentimiento,
del perdón,
de la esperanza?
Que no es querer resignarse,
que es luchar desde el abrigo
que puede dar la templanza
de ser, no del haber sido.
Sentir la brisa en los sueños,
la paz en las realidades,
sentir que cuando se avanza
se disfruta, se descansa.
Todo está bien y estará
porque lo que nos anima
es nuestra serenidad.




miércoles, 3 de diciembre de 2008

Esperando la luz - 3



La Luna

La Luna llena, mágica, hipnótica, misteriosa, bella, eterna, poderosa, confidente y delatora, voluble e inconstante, atractiva y atrayente,...
La Luna, imán de los enamorados, de los soñadores, de los ilusos, de los felices, de los depresivos, de los exaltados, de los osados, de los esperanzados y los desesperados, de los furtivos y de los valientes, de los alegres y de los melancólicos, y, sobretodo, de los poetas.
La Luna me atrapó una noche y de ese hechizo nació mi tributo a ella.

9

Luna de plata que mis ojos hieres
con el brillo que tomas de tu amado.
Promesa blanca que en la vida eres
sueño de amantes por Venus soñado.

Si hermosa como eres y admirada
pasas las noches sola en tu atalaya,
si llegas a sentirte abandonada
y no encuentras amor aunque lo haya,

hoy que te muestras blanca e imponente
en el marco estrellado de tu cielo;
hoy que te creces en fase creciente,
concédete un minuto de consuelo.

Si esperas su llegada ilusionada
pero te ata la noche en su partida,
si no os ha separado nunca nada
pero tu muerte es para él la vida,

hoy que engalanas vestido bordado,
prométete que nada es imposible.
Amor de amante fiel te será dado
cuando su beso no te haga visible.




lunes, 1 de diciembre de 2008

Buenas noticias


Creo que la mejor manera de empezar este mes de diciembre que estrenamos es con una buena noticia.
Las buenas noticias no deberían hacerse esperar nunca. ¡Qué mejor noticia que la de un nacimiento! Hoy han llegado a este mundo Arturo y Theo y yo quiero felicitar desde aquí a sus felices y orgullosos papás, mis amigos Victoria y Esteban. Os deseo lo mejor. Espero que sigais dándonos motivos de celebración durante mucho tiempo.

¡Bienvenidos Arturo y Theo!

Creo que será un buen ejercicio como persona el contribuir a propagar todas las buenas noticias que lleguen a mí. Y espero ser creadora de muchas otras buenas noticias.