lunes, 28 de septiembre de 2009

Esperando la luz - 10



24

Si la ilusión

es agua de la vida,
la sed secó mis labios
hace tiempo,
no hay humedad

que inunde mi garganta,
no hay un querer
hacer esto o aquello.

Me he preguntado
tantas veces en silenc
io,
me he conformado
con el dolor aprendido,
he sufrido y luchado
con denuedo
mas, no lo he conseguido.


He construido
un muro de mentiras
que engañaban

mis horas y mis sueños
y una sola mirada
me ha bastado
para que caiga al suelo.





25

AGUA LIMPIA

¡Ah, la vida!
qué oscuridad de los sentidos
y qué maravillosa luz del día.

Qué dolor que corroe lentamente
y qué contadas dosis de alegría.

Qué amarga la traición, y superarla,
pero qué dulce poder ver una sonrisa...

Al final,

el poso que la enturbia
se va hundiendo
y, poco a poco,
te devuelve el agua limpia.



Estos eran mis sentimientos hace tanto tiempo...

Hoy no me siento así, pero es hoy. Los sentimientos van y vienen como las situaciones a que nos enfrentamos. Hoy hago un alto en el camino y continuo mis vacaciones. Me siento relajada y feliz, con esa felicidad serena, exenta de efusividad pero placentera en su calma.
He querido dejar esta entrada, porque como soy muy metódica, quería seguir el orden en que se publicaron las poesías, pero así dejo constancia que de no está en mi ánimo el regodearme en las tormentas, sino atrapar el más pequeño rayo de sol.
Cuando vuelva seguiremos profundizando en la alegría y la fuerza para seguir adelante con una sonrisa.

martes, 15 de septiembre de 2009

Soy yo. ¡Quiero ser yo!

En un mundo en el que cada vez prima más la imagen, la apariencia, la fama y la diferencia de los demás, yo me miro y pienso:
"En verdad soy mi única compañía.
Se me ha dado una vida para que haga algo con ella.
Puedo pensar en algunas de las cosas que he vivido que hacen que la vida valga la pena ser vivida, pero sé que aún quedan muchas cosas en el camino. Cosas que tendré que enfrentar, que tendré que construir, que tendré que vivir, pero siempre desde mi unicidad, desde mi personalidad.
No soy perfecta. Tampoco quiero serlo. Entonces no tendría nada por arreglar, nada por pulir, nada por aprender,...
Veo a las jóvenes de hoy y se les ofrecen constantes mensajes de perfección, distintos artículos para emular la vida de sus ídolos e, incluso, la posibilidad de crearse otra vida, pero no ya como un juego, sino como una realidad paralela, absorbente y alienante.
¿Quién les va a enseñar que son únicas, que sólo ellas pueden vivir su vida, que tienen algo importante que hacer, quizás desde abajo, pero que ayudará a que este mundo siga adelante y la vida no pierda su sentido?"

Enseñemos a las nuevas generaciones a reivindicarse, a decir:
"SOY YO. ¡QUIERO SER YO!"
Enseñémosles a saber que tienen una vida por delante. Que ya saben cómo son las vidas de los famosos, pero no saben cómo puede ser su vida. Que puede ser una aventura apasionante planificarla, desarrollarla, descubrir qué cosas les sorprenden en el camino...

Hace algún tiempo, me llegó por internet un correo con una fabulilla, corta pero intensa, como a mí me gusta, con un mensaje muy al hilo de este tema y que me gustaría compartir.



Un Rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo encontró caído porque no podía dar uvas como la Vid.

Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba por no ser fuerte y sólida como el Roble.
Entonces encontró una planta, una Freesia, floreciendo y más fresca que nunca.
El Rey preguntó:
- ¿Cómo es que creces tan saludable en me
dio de este jardín mustio y umbrío?
La flor contestó:
- No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste querías Freesias, si hubieras querido un Roble o una Rosa los habrías plantado. En aquel momento me dije: intentaré ser Freesia de la mejor manera que pueda.

Hermoso, ¿verdad?
Creo que todavía tenemos mucho que aprender de la pequeña freesia.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Encontrando el camino



El Universo
acerca nuestros pasos
cada segundo.




Miro al cielo.
Escucho mis latidos.
Sé que soy
Uno.