jueves, 25 de febrero de 2010

Feliz Cumpleaños, Madrecita Preciosa



Hoy hace 75 años que vino al mundo mi querida Madre.

Hoy es la segunda vez que celebro su cumpleaños sin Ella.


Ella se fue hace algo más de dos años, pero yo la siento tan cerca como siempre, y sigo hablando con ella y pidiéndole que me eche una manita cada vez que la necesito, que son muchas.

Allá donde esté, le llegarán las palabras de este corazón mío que no puede, ni quiere, ni concibe vivir sin quererla con todas sus fuerzas.

Madre, querida, mi alegría y mis ganas de vivir se alimentan de la certeza de volver a encontrarte al final del camino y abrazarte para siempre.

¡Feliz Cumpleaños, mi amor, mi vida,... Madrecita preciosa!

Para tí, siempre tu hija.
Para mí, siempre mi madre.
Codo con codo a por sueños
para hacerlos realidades.
En mi nube o en tu suelo,
a mi lado o a tus pies,
celebrando una conquista
o superando un revés.
Empujándome o
mimándote,
o, depende del aquel,
dándole la vuelta a todo,
de eso se trata querer.
Aún así, te has escapado
entre mis manos dolientes,
mas yo seguiré bebiendo
en las aguas de tu fuente.




De aquí a la Eternidad... ¡Te querré siempre!



jueves, 11 de febrero de 2010

Una de Ulises


Esta pasada semana he estado en Barcelona, donde pasa unos días mi Ulises en compañía de mi padre puesto que como tienen que operar a India (la peludita que se ve en la foto) prefiero que esté sola y alejada de perritos de casi veinte kilos que pueden descoserle algún punto con sólo un pisotón.


Pues bien, aquí tenéis a Ulises. Acaba de cumplir seis meses y no estoy segura de si es un galgo o es un caballo y yo no me he dado cuenta. La verdad es que está enorme y precioso, y, sobre todo, es feliz, y un trasto perdido.
Cada día me enamoro un poco más de él, pero no es para menos, ¿verdad?

martes, 2 de febrero de 2010

Sin palabras


Sé que este es un punto de encuentro para los amantes de la poesía.
Pero también para los amantes del arte, y no podía por menos que compartir este descubrimiento con vosotros.
Ayer me llegó un correo sobre un pintor llamado Alfredo Rodríguez,
y cuando lo abrí y empecé a conocer su obra, enseguida pensé que aquello había que difundirlo. Era magnífica. Pinturas ambientadas en el mundo de los indios norteamericanos, una cultura que siempre me ha fascinado, y,,, entonces descubrí este maravilloso retrato. No puedo describir lo que sentí, tan sólo que me quede sin palabras. Me parece tan hermoso que no podía dejarlo pasar de largo, y aquí os lo ofrezco. Creo que no hacen falta palabras.
Es arte y belleza. Es espíritu.
Conoced a su creador. Merece la pena.