
Siempre he dicho que la Vida te sorprende, y que si muchas veces lo hace para mal, ¿porque no lo va a hacer para bien o para muy bien en otras ocasiones? "Lo mejor está por llegar" es una frase que me gusta mucho, pero también creo que es una trampa. ¿Acaso no ha sido bueno lo que hemos tenido? ¿No es bueno, e incluso maravilloso, algo de lo que tenemos ahora?
Confiar en el futuro es estupendo, positivo, terapeútico y genera una sensación de bienestar exquisita, siempre y cuando esa sea una espera pausada, senera, expectante pero no ansiosa, limitadora y paralizante. El camino es uno, pero a cada paso nos ofrece nuevas opciones que debemos sopesar y asumir. Siempre tendremos que elegir, no se pueden transitar dos caminos a la vez, pero si asumimos nuestra opción podemos hacer de un camino pedregoso una senda agradable de transitar, con la fuerza de nuestros pasos y la seguridad de nuestros sueños.
Una de mis frases favoritas es: "No esperes esperando. Espera viviendo" , y quiero compartirla con vosotros porque quiero celebrar el valor del ahora, del ser consciente de la Vida de la disponemos y de las oportunidades que tenemos en este momento, y, cuando sea la hora adecuada, la Vida nos sorprenderá para bien. Seguro.
El camino se abre ante nosotros y vamos disfrutar del viaje.